Hier wohnt kein Kasimir
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Transcripción
Hier wohnt kein Kasimir!
Seit meiner Geburt lebe ich in diesem Haus und ich mag es sehr. Mein Freund Marco hingegen findet es ganz schrecklich, denn er sagt, hier leben Gespenster - oder zumindest eins. Ich habe noch nie eins gesehen, aber er glaubt felsenfest daran! Er hat so große Angst vor diesem Gespenst, dass er immer vor unserer Garage auf mich wartet, wenn er mich zum Spielen abholt. Er kommt nicht einmal bis zur Treppe und fasst auch nicht das Geländer an, dieser Angsthase!
Marco ist davon überzeugt, dass ein Gespenst namens Kasimir unter unserem Dach wohnt und durch den Schornstein herein und heraus spaziert.
Kasimir soll schon vor langer Zeit an Langeweile gestorben sein und jetzt als Gespenst die Leute in der Nachbarschaft erschrecken. Wie gesagt, gesehen habe ich ihn noch nie und ich glaube auch nicht daran. Marco versucht mich aber immer von seiner Existenz zu überzeugen und macht diesen Kasimir für alle seltsamen Dinge in unserer Nachbarschaft verantwortlich.
Letztens zum Beispiel war Marco auf dem Weg zu mir und fuhr auf seinem Skateboard die Straße entlang als seiner Meinung nach Kasimir plötzlich am Fenster stand.
Marco ist furchtbar erschrocken und hat sich vor Schreck die Augen zugehalten. So konnte er nichts mehr sehen. Da hat er den Briefträger, der am Briefkasten stand, umgefahren. Dabei ist der Briefträger auch gegen unsere Klingel gestoßen. Der Lärm machte mich neugierig. Ich öffnete die Tür und … oje! Überall lagen Briefe verteilt und unser lieber Briefträger saß mit wundem Po auf dem Boden.
Marco wollte vor Angst die Hände nicht von seinen Augen nehmen und sagte nur immerzu, Kasimir würde auf der Dachrinne sitzen und sich über diesen Streich totlachen.
Armer Marco, sieht Gespenster, dabei ist er nur ein bisschen tollpatschig!
Traducción
¡Aquí no vive ningún Kasimir!
Vivo en esta casa desde que nací y me gusta mucho. En cambio, mi amigo Marco la encuentra espantosa, pues dice que aquí viven fantasmas, o por lo menos uno. ¡Yo nunca he visto ninguno pero él cree firmemente en ello! Tiene tanto miedo de este fantasma que siempre me espera delante de nuestro garaje cuando me viene a buscar para ir a jugar. ¡Ni una vez ha llegado hasta la escalera y tampoco toca la barandilla, el muy gallina!
Marco está convencido de que un fantasma llamado Kasimir vive bajo nuestro tejado y que entra y sale a pasear través de nuestra chimenea.
Kasimir debió de morir hace tiempo de aburrimiento y ahora se dedica a asustar al vecindario. Como he dicho, nunca lo he visto y tampoco creo en él. Marco siempre intenta convencerme de su existencia y hace a ese Kasimir responsable de todas las cosas extrañas que ocurren en el vecindario.
Hace poco tiempo, por ejemplo, Marco venía de camino a casa patinando con su patinete por la calle cuando, según cuenta, de repente vio a Kasimir junto a la ventana.
Marco se asustó terriblemente y del susto se tapó los ojos. Sin ver nada, atropelló al cartero que se encontraba junto al buzón. Entonces el cartero golpeó accidentalmente nuestro timbre. El ruido me alertó y abrí la puerta. ¡Vaya, vaya! Por todos lados había cartas repartidas y nuestro querido cartero estaba sentado en el suelo con el trasero dolorido.
Marco no quería quitarse las manos de la cara por miedo y repetía continuamente que Kasimir estaría sentado sobre el canalón, muriéndose de risa por la jugarreta.
¡Pobre Marco! Ve fantasmas cuando realmente lo que le pasa es que es un poco torpe.